La pequeña ciudad del altiplano, Salinas de Bolívar, no se debe confundir con la ciudad más grande en la playa, Salinas. Aunque menos conocido, Salinas de Bolívar tiene una historia fascinante de éxito, del desarrollo sostenible de la comunidad, y vale la pena una visita para aquellos interesados en ver cómo la cooperación de la comunidad, puede resolver los problemas de la pobreza o simplemente quieren disfrutar comida artesanalmente elaborada, les encantará un buen chocolate con un buen queso y la tranquilidad de una ciudad pequeña.
Historia
La ciudad de Salinas debe su nombre a las aguas minerales que fluyen a través de ella y las correspondientes minas de sal, para recoger la sal de las aguas. Debido a sus riquezas minerales, Salinas ha sido durante mucho tiempo una ciudad de importancia, ya que incluso antes de la colonización española, cuando los dirigentes indígenas a menudo trataron de utilizar las minas de sal. Tras su utilización en la colonización, las minas pasaron a la familia Cordobés, como parte de su hacienda. Cobraban a los miembros de la comunidad para extraer la sal de las minas. Sin embargo, en la década de 1970, la Iglesia Católica local comenzó a redistribuir la tierra, incluso antes de la reforma generalizada de la tierra que ocurrió en el Ecuador. Esto una vez más, devolvió a las minas de sal y tierra de la familia Cordobés, a la gente del pueblo, lo que llevó a regresar a su sistema tradicional de la cooperación comunitaria, con el fin de salir del estado de pobreza en la que muchas ciudades de las tierras altas similares se encontraban en el momento. La comunidad comenzó a trabajar en las minas y también comenzó con varias industrias, tales como la del queso y las fábricas de chocolate. Hoy, la marca Salinerito, es conocida en los principales supermercados en todo el país y los beneficios regresan a Salinas, para beneficiar a todos los pobladores.
Cómo llegar
Desde Quito, tome un autobús desde la terminal sur, la terminal de Quitumbe, a la ciudad de Guaranda, a través de Ambato, un viaje de 4-5 horas, que cuesta entre 4 y 5 dólares. Los autobuses salen regularmente desde Quito a Guaranda, de esta manera puede comprar los boletos en la Terminal Quitumbe antes de salir. Una vez en Guaranda, tomar otro bus a Salinas. Los autobuses salen varias veces al día de Guaranda a Salinas. El trayecto desde Guaranda a Salinas sólo tarda unas 2 horas y cuesta alrededor de 1 dólar.
Cuando ir
Las principales atracciones en Salinas son las fábricas de comercio justo, que están abiertas todo el año, lo que significa que cualquier momento es bueno para visitar la ciudad. Sin embargo, si usted está interesado en visitar las minas de sal y ver cómo los lugareños extraen sal de las minas, hay que ir en los meses de verano, que son de julio a octubre. Debido al aumento en las lluvias, es imposible trabajar en las minas durante los meses de invierno. También debido a la lluvia, las actividades al aire libre, como senderismo, pesca y paseos a caballo, son mejores entre julio y octubre. Por lo tanto, si bien es posible visitar Salinas en cualquier época del año, la mejor época es entre julio y octubre, con el fin de realizar la mayor cantidad de actividades posibles y tener menos lluvia.
Lugares de interés
• Fábricas – Mientras esté en Salinas, debería tratar de visitar al menos una de las fábricas de comercio justo, donde los famosos quesos, chocolates, embutidos, y los suéteres de la ciudad se hacen. Allí, usted puede aprender acerca del sistema de la comunidad, de comercio justo y degustar los productos. Todas las fábricas se pueden visitar de lunes a viernes. Usted puede comprar productos directamente en las fábricas o en la “Tienda El Salinerito” justo a la derecha de la plaza principal.
• Salinas – Las famosas minas de sal, están situadas en las afueras de la ciudad y pueden ser fácilmente visitadas por los turistas. Los visitantes pueden observar cómo los lugareños extraen la sal de las minas, e incluso podrán recoger su propia sal. El trabajo en las minas de sal se lleva a cabo durante el verano (julio-octubre), ya que la temporada de invierno es demasiado lluviosa, haciendo que las aguas tengan un nivel demasiado bajo de salinidad, con el fin de recoger la sal.
• Museo Arqueológico - Salinas ofrece un pequeño museo arqueológico, donde el turista puede visitar, para ver y aprender, acerca de los antiguos artefactos descubiertos en la zona, así como aprender sobre las culturas anteriores de la zona y cómo se relacionan con la población actual.
• Centro Intercultural Matiaví Salinas - El recién inaugurado centro intercultural, ofrece a los visitantes la oportunidad de degustar los quesos locales, chocolates y otros productos alimenticios elaborados en las fábricas de comercio justo. Además, el centro cuenta con espacios para las exhibiciones y las manifestaciones culturales, así que usted puede chequear que es lo que está en exhibición en el tiempo de su visita.
• Excursiones - Salinas es un muy pequeño pueblo rural, andino, lo que significa que hay un montón de oportunidades para practicar el excursionismo y la exploración de la naturaleza en su visita. Simplemente pídale a un lugareño o al dueño del hostal, para que le recomienden un guía o lo dirija en la dirección correcta para pasar su tiempo haciendo excursionismo por las montañas, y admirando los bellos paisajes.
• La pesca deportiva y paseos a caballo - Además de excursiones, los guías locales también están encantados de organizar viajes para ir de pesca deportiva o pasear a caballo. Pregunte a su alrededor y la gente del pueblo estará feliz de ayudarlo.
Dónde alojarse y comer
No espere alojamiento de lujo en Salinas. La mayoría de los alojamientos disponibles, son económicos. Su mejor apuesta es un lugar llamado El Refugio, situado a sólo dos cuadras de la plaza principal, que ofrece duchas con agua caliente. También hay un restaurante que sirve desayuno, almuerzo y cena en el hotel.
La mayoría de restaurantes se pueden encontrar justo en la plaza principal. Scrop es uno de los restaurantes más agradables de la ciudad. Por la noche, las mesas son puestas a un lado y el restaurante se transforma en un bar para bailar.
Con todo, Salinas de Bolívar es una pequeña ciudad muy interesante, principalmente es buen un escape de las ciudades grandes y también para observar de cerca el desarrollo comunitario sostenible. FUENTE ECOTURISMO
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